jueves, 10 de febrero de 2011

VITAMINA Nº 19

LOS TRES REINOS

En un quiebro, como el galope del rayo solar sobre el arrecife sumergido, así escapé de nuevo hacia otros mundos. Hacia la mano transparente del Todopoderoso. Hacia el reloj de la eternidad, siempre sin agujas.

Y pude sentir, que es como vivir de nuevo. Sentí que hay tres reinos. Tres horizontes a cumplir. Tres puertas que nada cierran, pero que todo lo encierran.

Supe, desde mi sueño, que también entre los peces existe un rey. Un ser privilegiado, en cuyo cerebro laten el amor y la sabiduría. Un ser al que, desde siempre y sin saber por qué, el hombre ha apreciado y acogido: el delfín. Y desde mi sueño supe que todos fuimos delfines, cuando así fue dispuesto.

Pero navegando más alto en el velero sin casco de mi mente, descubrí un segundo reino. En él había todas las especies conocidas como mamíferos. Y el hombre era el rey. Y vi como este era el reino más trágico de la Creación.

Pero desde mi sueño pude divisar en la lejanía y en la profundidad de mi propio Espíritu un tercer reino.

Era de luz. Pero, con ser brillante, su luz era superior a mil soles. Y no molestaba a la vista. En él sentí una ciudad igualmente de luz, donde moraban seres de gran belleza. Pero no eran seres como el hombre ni como el delfín. Eran seres de luz. Y podían estar y no estar. Ellos eran un todo con el universo. Eran seres sin maldad. Y sus cabellos flotaban en medio de ningún viento. Y sonrieron al verme.

Allí mismo supe que aquel tercer reino es llamado reino de los Ángeles. Y desde mi sueño averigüé que todos los hombres están llamados a ser algún día ángeles, tal y como ha sido dispuesto por el Gran Creador

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PARECE SER QUE ESTE APARTADO ES PARA MENSAJE DE FORMULARIO, VEREMOS QUE ES.