jueves, 10 de febrero de 2011

VITAMINA Nº 22

OTRA FABULA DE AMOR

En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:

-"Debe ser fuerte", comentó uno

-"También, debe ser dulce", comentó otro experto.

-"Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos".

-"Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y comprensivo en los momentos tiernos".

-"¿Como es posible --interrogó un obrero.-- poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo"?

-"Es fácil", contestó el ingeniero. "Sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo".

Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo):

-"Veo que al fin comienzan” --comentó sonriendo-- "No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello".

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.

-"¿Tierra? --preguntó sorprendido uno de los arquitectos-- ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil o piedras preciosas!.

-"Este material es necesario para que sea humilde --le contestó el Maestro—
Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.

-"Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme".

Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.

-"¿Y qué pondrás ahí?" --preguntó uno de los obreros--.

Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.

Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.

-¿Por qué has hecho tal cosa?" --le interrogó un ángel obrero-- y aún sangrando, le contestó el Maestro:

-"Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquÍ en mi reino. Le extenderé mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna.

Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, guiado por la sangre que derramé por él en una cruz, para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PARECE SER QUE ESTE APARTADO ES PARA MENSAJE DE FORMULARIO, VEREMOS QUE ES.